11
de
July
de
2025
 | Por Equipo Ajolote
 | Lectura de 
5 minutos
Comunicando saberes
Comunicando saberes

5 errores frecuentes al comunicar conocimiento (y cómo evitarlos desde una mirada viva)

“Mientras conserva su organización, [el ser vivo] está en continuo cambio.”
— Humberto Maturana

¿Cómo se comunica un saber que vale la pena? Un hallazgo, una experiencia, una investigación que podría mejorar la vida de otros: ¿se traduce, se simplifica, se difunde? ¿O más bien se cuida como algo vivo, se siembra como una semilla, se ofrece como alimento?

En Estudio Ajolote llevamos más de diez años trabajando con personas y equipos que investigan, piensan, preguntan y construyen conocimiento desde múltiples territorios: la ciencia, las artes, la educación, la salud, lo comunitario. Y aunque los temas cambien, hay una preocupación que siempre vuelve: ¿cómo comunicar bien lo que sabemos?

Para responderla, nos ha acompañado el pensamiento de Humberto Maturana, biólogo chileno que cambió para siempre la forma en que entendemos la vida. Para él, lo vivo no es lo que se adapta a un diseño externo, sino lo que se conserva a sí mismo en una red de relaciones, regenerándose en coherencia con su historia. 

Esta noción —la autopoiesis— nos inspira profundamente. Nos recuerda que comunicar conocimiento no es una operación técnica, sino un acto vital: implica cuidar una forma de ser, de convivir, de relacionarse, de comprender el mundo.

También nos inspira el ajolote, ese anfibio que nunca deja de regenerarse sin dejar de ser quien es. Porque comunicar desde Ajolote no es “vender contenido”, sino acompañar procesos vivos, que merecen ser tratados con cuidado, profundidad y coherencia.

1. Reducir lo complejo a lo simple

Error: Pensar que comunicar es “bajarle el nivel” a los contenidos.
Alternativa: Transformar sin perder profundidad.

Maturana decía que los seres vivos conservan su organización mientras cambian. Comunicar un saber no es recortarlo: es adaptar su forma para que otros lo habiten, conservando su coherencia interna.

Lo complejo no es lo confuso. Es lo que está vivo. Si lo matamos para que entre en un flyer, algo estamos haciendo mal.

2. Creer que los datos hablan por sí solos

Error: Suponer que basta con mostrar “la evidencia”.
Alternativa: Conectar desde la emoción y el sentido.

Todo acto de conocer está ligado a una emoción, decía Maturana. No hay comprensión sin afecto, sin contexto, sin vínculo.

Un resultado de investigación solo se vuelve relevante cuando se enlaza con una pregunta humana. ¿Por qué esto importa? ¿Para quién? ¿Qué posibilidad abre?

3. Hablar desde afuera del proceso

Error: Comunicar como si fuéramos ajenos a lo que contamos.
Alternativa: Hablar desde la experiencia y el territorio.

El ajolote solo puede existir en su hábitat: el lago Xochimilco. No vive sin su entorno. Asimismo, ningún saber vive desconectado de su entorno. Si lo sacamos de ahí, muere.

Ya sea en una investigación académica, una experiencia comunitaria o una política pública, comunicar conocimiento exige habitar el proceso. Nombrar desde adentro. Escuchar. Hacerse parte.

4. Imitar formatos sin cuestionarlos

Error: Repetir lo que “funciona” sin revisar si tiene sentido.
Alternativa: Buscar formas coherentes con lo que queremos conservar.

Maturana insistía: no hay diseño externo en lo vivo. La vida se organiza desde adentro, conservando lo que le da identidad.

No todo necesita ser un reel, una infografía con 10 lámina o una nota de prensa. Cada saber tiene su forma. Nuestra tarea es encontrarla. O inventarla.

5. Olvidar que comunicar es un acto ético

Error: Pensar que comunicar es solo difundir.
Alternativa: Comunicar como una forma de cuidado.

La gran pregunta que nos deja Maturana es: ¿qué queremos conservar?

Comunicar conocimiento es tomar partido por lo que merece continuar. Es abrir espacio para el diálogo, la escucha, la transformación. Es dar a los saberes la posibilidad de seguir viviendo en otras mentes, en otras voces, en otras decisiones.

En Estudio Ajolote creemos que los saberes más importantes no son los que “llegan a más gente”, sino los que conectan con las personas correctas de forma viva, respetuosa, regenerativa.

Como el ajolote, que se regenera sin perderse. Como los sistemas vivos que Maturana describió: coherentes consigo mismos, siempre en constante transformación. 

¿Quieres conversar sobre cómo comunicar tus saberes?

Trabajamos con equipos de investigación, proyectos sociales, fundaciones y universidades para transformar conocimientos en experiencias comprensibles, profundas y con sentido.

Si tienes un proyecto que merece contarse de otra manera, escríbenos a contacto@ajolote.cl y buscaremos la forma de ayudarte.

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