“Hubo un tiempo en que yo pensaba mucho en los axólotl. Iba a verlos al acuario del Jardin des Plantes y me quedaba horas mirándolos... Ahora soy un axólotl.”
— Julio Cortázar, Axólotl
Hay algo inquietante y bello en los ajolotes. Algo que hipnotiza. Una quietud que no es inercia, sino otra forma de estar en el mundo. En ese estado liminal —entre lo que se es y lo que se puede llegar a ser—, este ser acuático se convierte en espejo y en símbolo.
No por nada elegimos su nombre para dar identidad a nuestro estudio.
Durante más de diez años, en Estudio Ajolote hemos trabajado conectando ideas con personas: a través del diseño, la narrativa, las imágenes y los medios digitales. Lo hemos hecho desde la escucha, la cercanía y la convicción de que el conocimiento merece circular.
Hoy estamos entrando en una nueva etapa. No es un cambio radical ni una ruptura, sino una transformación natural. Un crecimiento que, como el ajolote, no olvida sus raíces. Estamos regenerando nuestra identidad, reenfocando nuestros servicios, afinando nuestra voz.
Nos estamos adaptando al mundo que viene, sin dejar de ser lo que somos.
El ajolote es un símbolo de resiliencia. Puede regenerar sus tejidos, miembros e incluso partes de su cerebro. No porque no sufra daño, sino porque ha desarrollado formas únicas de repararse. En Ajolote también creemos en la posibilidad de reinventarse desde adentro, con cuidado, sin cicatrices innecesarias.
Como el ajolote, seguimos nadando en aguas profundas. Pero lo hacemos con nuevos relatos, con una mirada más clara: transformar saberes en experiencias visuales, digitales y narrativas que conecten con las personas.
El ajolote habita un umbral: no es del todo larva ni del todo adulto, no es terrestre ni acuático. Es una criatura intermedia, habita entre mundos. Y eso también nos define. Trabajamos entre disciplinas, entre lo académico y lo creativo, entre la ciencia y la cultura, entre la estrategia y la emoción.
Como en el cuento de Cortázar, nos sentimos convocados por esa mirada lenta, por ese mundo distinto que se intuye al otro lado del vidrio. Una mirada que observa, que resiste el ruido, que piensa diferente. Hoy elegimos habitar ese espacio intermedio: no como encierro, sino como posibilidad.
Este nuevo relato ya está tomando forma. Lo estás viendo ahora, en este sitio renovado, en nuestra manera de contar y compartir lo que hacemos. Seguimos siendo Ajolote, pero con una identidad más clara, más conectada con lo que queremos aportar al mundo.
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Si tienes un proyecto que necesita ser comunicado con sensibilidad y generar impacto, escribinos a contacto@ajolote.cl. Estamos listos para ayudarte a construir un puente entre lo complejo y lo comprensible.